Absolutamente el 100% de la gente que visita Logroño, pasa por la archiconocida Calle Laurel de Logroño. Pero, ¿Y por la Calle San Juan?
Realmente, estamos hablando del mismo concepto: un entramado de pocas calles peatonales y estrechas, en donde se concentran un más que interesante número de bares y restaurantes, para hacer las delicias del público. Insisto, el concepto es el mismo, pero el ambiente varía ligeramente.
Sin entrar en generalidades, en la Calle San Juan suele abundar más gente local, y suele haber un ambiente más relajado.
El Casco Antiguo de Logroño es muy manejable; en poco espacio tienes una gran oferta de atributos culturales e históricos, junto con una gran oferta gastronómica.
Del lado de la Concatedral de Santa María la Redonda (en otro post te hablaré de Ella), se ubica la calle protagonista de este post: Calle San Juan. Te voy a ir dando pistas de por qué debes de pasarte por aquí. No te pierdas esta entrada porque está muy interesante.
Por cierto, tanto por la Concatedral, como cerquita de la San Juan, pasamos en nuestro recorrido del Free Tour de Logroño, que sin duda, también debes hacer.
Historia de la Calle San Juan
La Calle San Juan, situada en el corazón de Logroño, tiene una rica historia que se remonta a varios siglos. Originalmente, durante el siglo XVIII, la zona se caracterizaba por sus viviendas tradicionales y talleres artesanales. Con el tiempo, la calle ha ido evolucionando, adaptándose a las nuevas corrientes sociales y económicas, pero siempre conservando ese aire auténtico y tradicional que la hace única.
El elemento más distintivo de la Calle San Juan es su papel en la gastronomía local. Desde principios del siglo XX, cuando los bares comenzaron a ofrecer pequeños bocados acompañados de vino, la calle se fue consolidando como un referente en la cultura del «tapeo». Esta tradición ha perdurado hasta hoy, convirtiendo a la Calle San Juan en un lugar indispensable para quienes desean probar los mejores pinchos de Logroño.
San Juan vs Laurel
Cuando se habla de la oferta gastronómica en Logroño, es inevitable no pensar en la Calle Laurel. Ambas calles son auténticos templos del tapeo, y cada una tiene su propio encanto y características distintivas.
Ambiente y Popularidad
- Calle Laurel: Es, sin duda, la calle más conocida y frecuentada por turistas y locales. Su fama ha traspasado fronteras, convirtiéndose en un referente. También para las despedidas de solter@, que han encontrado el ambiente idóneo para festejar en cuadrilla. Las estrechas calles y la multitud de bares agrupados en un pequeño espacio crean una atmósfera vibrante y siempre animada.
- Calle San Juan: Aunque menos famosa que la Calle Laurel, la San Juan ofrece una experiencia más relajada y menos concurrida. Aquí, el ambiente es igual de acogedor, pero con un toque más tranquilo, lo que permite disfrutar de los pinchos con mayor calma y sin el bullicio constante. Hay muchas menos despedidas ; ).
Calidad de pinchos
Absolutamente cuestionable, y sujeto a opiniones diversas. Sin embargo, cierto es, que la calle Laurel cuenta con más oferta gastronómica, tanto pinchos y tapas como restaurante, por lo que se puede decir que hay más diversidad culinaria.
Por el otro lado, cabe destacar que la San Juan cuenta con varios establecimientos muy top, recomendados por la guía Michelín, como el Tastavín, Umm o Bueno, bueno, donde se disfruta de lo lindo.
Una realidad comercial
A pesar de las variaciones experimentadas en los últimos años, la calle mantiene una destacada actividad comercial. Entre los negocios se encuentran una tienda de ropa infantil, una de curtidos y complementos, otra de complementos y bisutería, tres librerías (dos de ellas editoriales), una joyería, una carnicería y una panadería. Además, alberga un comercio-taller de decoración floral y un zapatero remendón.
Conclusiones
Tu visita a la Calle San Juan de Logroño es absolutamente de obligado cumplimiento. No tienes que pillar el metro y cruzarte la ciudad (sí, efectivamente, Logroño no tiene metro), y merece la pena «comparar» las 2 zonas de tapeo por antonomasia en la capital de La Rioja.
En otra entrada, os contaré otra zona de tapeo muy interesante; bautizada como «La Laurel pobre».
¡Salud, y viva el Vino!